La guía definitiva para diezmar
La guía definitiva para diezmar
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El apoyo de cada iglesia Circunscrito es una responsabilidad de los miembros que la componen. El creyente puede ofrendar de muchas maneras, y a muchos lugares, pero nunca debiera de obviar esta responsabilidad principal con su propia iglesia.
«En este artículo exploraremos algunos de los textos bíblicos más impactantes que hablan del aprecio
Add to word list Add to word list ● (virtud teologal) virtud que tiene por objeto el apego de Todopoderoso y del prójimo
El mal llamado “evangelio de la prosperidad” presenta el ofrendar como una forma de “negociar con Dios”. Algunos dicen “ofrenda, para que Jehová te bendiga”, otros dicen “ofrenda, o Altísimo te castigará”, y usan algunos pasajes fuera de contexto para justificarse. Recordemos que en el Antiguo Testamento las bendiciones materiales eran sombra y figura de las bendiciones espirituales bajo el Nuevo Pacto.
Os exhorto, hermanos, por la santidad de estas nupcias: amad a esta Iglesia, vivid en tal Iglesia, sed esta Iglesia. Amad al buen Pastor, hombre tan bueno que a nadie engaña y quiere que todos se salven.
No dejéis de hacer el correctamente a todas horas. Cuadro tanto como decirles: no dejéis de practicar la caridad, incluso con los negligentes y que posiblemente menosprecian lo que acabo de escribiros. Así como ha corregido a los enfermos, no sea que enervados por el ocio se abandonen a la inquietud y a la vana curiosidad, así también advierte ahora a los que están sanos.
Por supuesto, no se ha hecho exhaustiva la relación de impuestos que el campesino tenía que remunerar, con unas presiones fiscales cada ocasión más fuertes para su cada ocasión más débil economía; pero con lo expuesto baste para tener una ligera idea del panorama tributario en el ámbito rural.
Estos actos incluso fortalecen nuestra relación con Todopoderoso y nos permiten participar en su obra en la tierra.
En cuanto a la ofrenda para los santos, hagan ustedes incluso de la misma modo que ordené a las imp source iglesias de Galacia.
En esta época no Cuadro infrecuente la fundación de iglesias o monasterios por parte de reyes o señores feudales, quienes las dotaban con una parte de los productos de las tierras circundantes.
Militar recomendó que las asociaciones pagaran un diezmo de sus entradas, a la Asociación Caudillo. Más tarde, en 1901, cuando se organizaron las uniones, las asociaciones pagaban un diezmo de sus entradas a las uniones, las que a su oportunidad pagaban un diezmo de las suyas a la Asociación Caudillo. Debe observarse que las iglesias locales no empleaban ni pagaban a ministros. Tampoco concedían credenciales y licencias. Fueron las asociaciones locales las que asumieron estas responsabilidades. Actualmente, las iglesias locales no son entidades legales, pero las asociaciones locales sí lo son. Las iglesias se unen para formar una asociación que sirva a sus deyección legales como un cuerpo reconocido jurídicamente para invertir y supervisar a ministros, para pagarles su salario, recolectar los diezmos y las ofrendas de las iglesias para financiar los esfuerzos evangelísticos. Las iglesias locales, siendo que no tienen status legítimo, delegaron a las asociaciones locales la responsabilidad de consumir a los ministros. La actualidad, las iglesias recién organizadas son aceptadas en la “hermandad de iglesias” de la asociación Particular basadas en estas mismas condiciones. Esto se hace regularmente en los congresos administrativos cuadrienales.
Si mirásemos a nuestro en torno a, encontraríamos quizá razones para pensar que la caridad es una virtud ilusoria. Pero, considerando las cosas con sentido sobrenatural, descubrirás también la raíz de esa esterilidad: la marcha de un trato intenso y continuo, de tú a Tú, con Nuestro Señor Jesús; y el desconocimiento de la obra del Espíritu Santo en el alma, cuyo primer fruto es precisamente la caridad (S. JOSEMARÍA ESCRIVÁ, Amigos de Dios, 236).
to contribute , to provide Su testimonio aporta mucho a la causa. Her evidence was a valuable contribution to the case.
Aunque yo entregare mi cuerpo a las llamas, no teniendo caridad, carencia me aprovecha. Como si dijera: Aunque distribuyera todos mis fortuna hasta no reservarme cero de ellos, todo eso es inútil sin la caridad. Y si a esta liberalidad añadiera yo el sufrimiento del fuego, dando mi vida por Cristo, pero sigo siendo impaciente, irascible, envidioso o soberbio, o si la injuria me indigna y hace montar en cólera, si busco mi interés, si soy mal intencionado o peor sufrido, la renuncia y el tormento del hombre foráneo no me reportarán preeminencia alguna, porque el hombre interior quedará aún cautivo en los vicios pasados (CASIANO, Colaciones 3, 8).